Miedo a fallar, miedo a no complacer a su padre, miedo a no ser lo suficientemente exitoso y talentoso ante los ojos de los espectadores, miedo a si mismo.
Un niño que no iba a la escuela, que no tenía amigos ni canicas, que no tenía patines ni pelotas, un niño que tenía un trabajo y que debía ensayar para poder trabajar cada vez mejor, eso exigía Papá Joe, un obrero y músico frustrado.
Un pequeño niño negro de una familia grande de Gary Indiana que siempre fue señalado como el mejor, como el talentoso, así que no tuvo opción que ser lo que todos querían que el fuera.
Y ese camino era largo y difícil en un mundo donde la música disco, las drogas y los excesos sexuales rodeaban el espectáculo, no era lugar para un niño que lo único que deseaba era convertirse en el más grande ídolo de las masas, para demostrarle a Papá Joe que estaba equivocado.
La meta de ser el más querido y aceptado por todos se volvió con los años su propia maldición. Papá siempre le dijo que era feo, siempre lo golpeó para que bailara y cantara mejor, siempre le dijo que no era lo suficientemente bueno y que tenía la nariz más grande y horrible del mundo. Palabras que se volvieron órdenes en su mente infantil, nunca sería suficiente y con 25 intervenciones de nariz, implantes de pómulos, de ojos, de barbilla, de borrado de pigmentación y de pelo entre otras cosas intentaría olvidar a ese niño feo y maltratado por no estar a la altura.
Lentamente esculpió su rostro y su carrera como todo un artista, dejando atrás a sus hermanos y dejando atrás al menos de forma superficial a Papá Joe y sus exigencias; Cuando todo eso quedó atrás este pequeño niño negro se vió en el espejo y ya no era un niño… ¿cómo rayos podría recuperar su infancia robada? ¿cómo demonios usaría todo su dinero ganado para comprarse una infancia?
El quería ser piloto.
No sería posible, ya no estaba el que era ya no era el mismo era alguien más, alguien más importante, más grande y mucho más talentoso.
Merecía su propio Neverland, su refugio donde habría enanos y chimpancés, juegos y zoológicos, el mundo de los muchachos perdidos, con la puerta abierta a todo aquel que quisiera entrar.
Allí estaba ese pequeño niño negro de familia pobre, en su propio reino que volvía todos los sueños realidad, como tomar limonada con Elizabeth Taylor, bailar con Diana Ross, casarse con la hija de Elvis Presley, comprar las canciones de los Beatles, caminar sobre la luna, cantar con todas las estrellas del pop una canción propia, jugar basquet con Michael Jordan, cambiar el color de tu piel, convertirte en lo que en thriller necesitaba horas de maquillaje: un verdadero zombie, ni joven ni viejo, ni blanco, ni negro, ni hombre, ni mujer, un ser a quien la misma gente que un día lo coronó, ahora lo juzgaría, señalaría, acusaría y sentenciaría.
Soy un caballero decía para justificar su virginidad a los 35 en el programa de Oprah Winfrey. Pero enfrentaría juicios más fuertes tiempo después…
Abuso sexual a menores.
Niños que describían su pene descolorido y lo acusaban de darles alcohol y llevarlos a la cama, y aunque después calló a todos con oro, el siempre se defendía con su manto de inocencia aún mientras sus verdugos comprobaban las versiones de los niños al hacerlo desnudarse y mostrar su enfermedad de la piel. El vitiligo que talvez generado por el stress, haya empezado en su mano cubierta por un brillante guante, y que talvez haya causado la enajenación con la despigmentación de toda su piel.
Vinieron tiempos aún más difíciles para este pequeño niño negro en ese cuerpo adulto y blanco. Más duros que vestirse de hombre lobo y zombie, más duros que fingir besos y matrimonios, más duros que crear paternidades que engañan a toda ley genética, ahora este niño debía intentar sobrevivir…
Lo demás es historia y leyenda de cualquier ídolo, drogas, excesos, carencias, pastillas para soportar el dolor, para dormir, para aguantar, para no soñar, para olvidar quien era aunque sea por unas horas.
Su corazón se detuvo y lo hizo para siempre, aunque muchos piensan que ya se había detenido hace muchos años atrás, cuando aún vivía en el cuerpo de ese pequeño niño negro de Indiana.
Hoy el niño malo del pop, proclamado rey y derribado y levantado varias veces, no podrá caminar sobre la luna nunca más y dormirá para siempre en la tierra de los muchachos perdidos.

Don´t stop till you get enough.
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